¿Cómo afectará a Trump su condena en sus opciones a la Casa Blanca? Es difícil que vaya a la cárcel... y podría llegar a autoindultarse

Donald Trump.
Donald Trump.
CARLOS GÁMEZ
Donald Trump.

La historia se escribe cuando se sientan precedentes, y Donald Trump acaba de convertirse en el primer expresidente de Estados Unidos en ser declarado culpable en un juicio penal. El magnate ya había escrito un nuevo capítulo en los libros de la vida del país al sentarse en el banquillo para afrontar una causa de estas características (y le quedan tres más). Ahora, se ha superado.

Los 12 miembros del jurado popular del Tribunal Penal de Manhattan lo encontraron culpable de 34 delitos por el caso Stormy Daniels, en el que se investigaba la falsificación de registros que ya se ha demostrado que Trump hizo para encubrir los pagos a la actriz porno de cara a que su campaña electoral de 2016 no se viese salpicada por escándalos que podían evitar que se convirtiese en presidente de EEUU. 

El magnate, cabe destacar, tiene en estos momentos la condición de convicto. El jurado lo ha encontrado culpable de los hechos, pero la sentencia condenatoria, que podría llegar a los cuatro años de prisión, no se dictará hasta el 11 de julio

Una condena así tumbaría las opciones de cualquier político de liderar un país con estándares democráticos mínimos. No así, paradójicamente, en Estados Unidos. Porque Trump no solo podrá presentarse a las elecciones del próximo 5 de noviembre, sino que podría volver a la Casa Blanca sin mayores problemas a pesar de su situación. Eso sí, es probable que su presidencia se volviera insostenible a medida que se fueran conociendo nuevas e hipotéticas sentencias condenatorias en el resto de causas que tiene pendiente.

En cualquier caso, el caso Stormy Daniels no acaba aquí, porque Trump tiene previsto llevar su causa hasta la Corte Suprema de EEUU, que ya falló a su favor cuando el Supremo de Colorado le prohibió presentarse a las primarias en dicho estado al considerar que tuvo responsabilidad en el asalto al Capitolio del 6 de enero de 2021. 

Un grupo de personas reacciona después de que el expresidente de Estados Unidos y candidato republicano a la presidencia, Donald Trump, fuera condenado en su juicio penal ante el Tribunal Penal de Manhattan, en Nueva York, el 30 de mayo de 2024.
Un grupo de personas reacciona después de que Trump fuera declarado culpable.
KENA BETANCUR / GETTY IMAGES

Tal y como explica a 20minutos Deborah Olivarría, abogada fundadora de Olivarría Asociados y experta en Derecho Internacional, al carecer de antecedentes penales y debido a su edad (77 años) es muy difícil que EEUU vea a Trump entrar en la cárcel. "Lo esperable es que, sin ni siquiera pasar por prisión preventiva, se le otorgue la libertad condicional hasta que se resuelva todo", cuenta. 

El primer paso para el expresidente estadounidense será presentar un recurso de apelación en el propio Tribunal Superior de Nueva York que le juzga. "Vamos a recurrir esta pantomima de juicio porque no nos permitieron aportar testigos, el juez ha sido un tirano", dijo este viernes ante los medios. De no resultar absuelto, su siguiente y última opción es la Corte Suprema, compuesta por una mayoría de magistrados conservadores. De hecho, a tres de ellos los nombró el propio Trump durante su presidencia. 

Si bien Olavarría se muestra muy cauta y quiere creer que, a pesar de esta mayoría conservadora, a dichos magistrados jamás se les ocurriría incurrir en un delito de prevaricación, el profesor asociado de Relaciones Internacionales de la Saint Louis University de Madrid, Daniel Blanch, no tiene dudas de que encontrarán una fórmula para que salga beneficiado.

"El Tribunal Supremo ya ha mostrado su inclinación a protegerle y a darle inmunidad. No parece probable que el Supremo vaya a limitar a Trump en sus aspiraciones presidenciales, pues la mayoría conservadora que él mismo consiguió gracias a sus nombramientos durante su presidencia hacen que ese flanco esté bien protegido", relata a 20minutos.

Podría llegar a la Casa Blanca e incluso autoindultarse

Desde que Trump inicie sus respectivas apelaciones hasta que el caso se resuelva, explica la abogada Deborah Olavarría, podría llegar a pasar un año. Esto quiere decir que para entonces el magnate podría haberse convertido ya en presidente de Estados Unidos. 

Porque lo cierto es que la Constitución estadounidense solo establece tres requisitos para poder presentarse a las elecciones del país: ser ciudadano natural de EEUU, haber cumplido los 35 años y haber residido en el país al menos 14 años. Así, cualquier persona que los cumpla podría ser presidente aunque arrastre algún tipo de condena.  

"A Trump le vendría bien que el proceso se dilatase, porque durante la campaña podrá alegar que no es un convicto en firme", opina Olavarría, quien afirma que su situación de posible libertad condicional no le impediría realizar las tareas propias de un presidente más allá de informar al juzgado de sus actividades. "Tendría que justificar muchísimo sus movimientos, sus viajes... pero alegando que es por trabajo no tendría mayores problemas", subraya la abogada. 

Existe otro hipotético escenario, surrealista, inaudito, pero no imposible: que el próximo 5 de noviembre Trump se convierta en presidente, más adelante la Corte Suprema lo encuentre culpable de los delitos por los que se le ha juzgado... y que decida autoindultarse

"En ese aspecto, legislativamente hablando existe una laguna legal. No hay nada que prohíba autoindultarse. Pero claro, en un caso tan complicado y para el que no hay precedentes, desconozco los efectos prácticos de esa posible decisión porque la sociedad se le podría echar encima", afirma Olavarría. 

De la misma manera, podría hacer lo propio en el caso de que se le condenase en las otras tres causas que tiene pendientes y por las que se sentará en el banquillo en los próximos meses: la posible injerencia electoral en el estado de Georgia durante las elecciones de 2020, los documentos clasificados que guardó en su residencia de Mar-a-Lago (Florida) y el asalto al Capitolio de 2021.

Este último es el caso que acabaría con su hipotética presidencia, aunque solo si es condenado por insurrección, ya que es el único delito que en Estados Unidos conlleva una pena de inhabilitación. Otra opción, remotísima, es que saliera adelante un impeachment del que ya ha salido victorioso hasta en dos ocasiones, en 2019 y 2021. 

"El impeachment ya demostró ser un instrumento poco eficaz contra Trump, y ahora que tiene mayoría republicana la Cámara Baja no va a ser posible recurrir a esa vía", defiende el profesor Daniel Blanch. 

El apoyo popular disminuiría un 10%

Así las cosas, el único contratiempo que Trump podría sufrir en su camino a la Casa Blanca es que su situación judicial influyera en la decisión de sus votantes. Pero el expresidente lleva meses inmerso en periplos judiciales y la realidad es que, hoy por hoy, continúa liderando las encuestas.

"Donald Trump sigue por delante en los sondeos, pero, al final, lo que importa son los estados y los condados en los que aún el electorado no ha decidido cómo va a votar. Algunas encuestas indican que debido a este caso podría perder hasta un 10% del apoyo popular, pero no está nada claro que estos votos fueran a parar al presidente Biden", cuenta el profesor Daniel Blanch.

No obstante, puede vaticinarse lo que ocurrirá en los próximos meses: Trump atacará con todo en campaña a una Justicia que considera politizada y que ya ha calificado de "corrupta". "El argumento que usan los medios amigos de Trump es que un juez y un fiscal afines al Partido Demócrata han usado estos cargos para intentar minar su campaña", defiende Blanch. 

En cualquier caso, para el profesor de la Saint Louis University de Madrid lo que está claro es que "este juicio es un éxito para la democracia". "Demuestra el correcto funcionamiento de la separación de poderes, y también que el sistema judicial puede hacer su trabajo incluso en una situación extremadamente compleja como esta, con la presión constante del entorno del expresidente", defiende. 

Periodista '20minutos'

Graduado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid y máster de Radio COPE por la Universidad CEU San Pablo. Mi relación con el periodismo comienza cuando aún andaba en pañales y mi padre me llevaba a la redacción de un modesto periódico algecireño cada vez que tenía que responder a la llamada del oficio. Trabajo en '20minutos' desde 2022. Me curtí en la sección de Cierre y ahora profundizo en mis pasiones en Cultura. En mi tiempo libre leo de manera enfermiza y doy mucho la turra con Chaves Nogales, maestro de maestros.

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